Estos días han
sido muy complicados. Los problemas son las causas principales de este maldito
estrés. Siento un sordo abatimiento, como si un puño apretara mi corazón impidiéndome
respirar.
La semana
pasada fue un desastre.
lunes
Pasé la tarde
con Esteban. Me llevó a su casa. Vimos una película, y después de tanto
besarnos, terminamos haciendo el amor.
martes
Al llegar de
la escuela mis papás estaban discutiendo, y como siempre, se desquitan con uno.
Me regañaron: que por llegar tarde, que no le ayudo a mi mamá, que me gusta estar solo en la calle, que mi
novio tiene la culpa por quitarme el tiempo. Sacan todos los trapitos al aire. Preferí
encerrarme en mi cuarto e ignorarlos.
miércoles
Salí temprano
de clases. Le llamé a Esteban para decirle que iría a verlo. Tenía que llegar
antes de las dos, pues a esa hora él entraba a la escuela. A las 12:30 tomé el autobús.
Había mucho tráfico. No dejaba de mirar el reloj. Cuando vi que ya era la una y
cuarto, preferí avisarle que no llegaría. Bajé del camión y tomé una combi para llegar más rápido. Alcancé a llegar 20 minutos antes. Comencé a buscarlo; ya
le iba a marcar, pero observé que estaba del otro lado de la calle, abrazado de
una chica, besándola. Me dio tanto coraje que me puse a llorar. No tuve el
valor de reclamarle de frente. Me fui, enviándole un mensaje para terminar con
todo.
jueves
Me sentía
deprimida. Tenía tantas ganas de llorar... Extrañaba a Esteban, y para acabarla, las
cosas en la universidad estaban muy mal. He sacado pésimas calificaciones. Presiento
que me iré a globales, y sinceramente, no me importa. Ya no quiero seguir. Estoy harta de la escuela,
los profesores, mis padres, las tareas, las lecturas, la carrera… De todo.
viernes
No tenía ganas
de ir a la escuela ni de hacer nada. Me sentía mal y con mucho sueño. Desperté con
muchas náuseas. ¡Debió
ser por mi mala alimentación! Mis papás se
preocuparon y decidieron llevarme al médico. En el camino les conté lo de
Esteban, lo de la escuela y lo de mi salud. Se enojaron e iniciaron una conversación
conmigo. Llegamos al consultorio. La doctora me revisó y me sacó sangre para
unos análisis.
sábado
Tuve que
pararme temprano para ir por mis resultados médicos. Al llegar, la doctora muy seria
me preguntó mi edad. Le contesté que por qué la pregunta, y solo dijo: “Porque serás
una madre muy joven. Estás embarazada”.
Es increíble
ver las cosas por otro extremo y mirar que has desaprovechado tantas
oportunidades... Observar que pudiste escoger otro camino, cuando ya es demasiado
tarde para retroceder. Por ello, hay que pensar las cosas cuantas veces sea necesario. Cuesta cada error en la vida, porque nadie dijo que era fácil.
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